lunes, 26 de abril de 2010

Los Mayos

Dentro de una semana estrenaremos el mes de Mayo, el mes de las flores y el mes de la Virgen según la tradición católica. Como buen mes de cambio de estación, de llegada de la primavera y de explosión exuberante de la Naturaleza no podía haberse pasado por alto en la historia de la humanidad, y todas las culturas han tenido celebraciones conmemorativas al efecto.

En el Mediterráneo nos encontramos como expresión más antigua la fiesta fenicia de mayumea de exaltación de la Primavera, celebración asimilada con la celta Beltane durante la que en medio de rituales se encendían hogueras por montañas y colinas.

Los romanos, que todo lo aprovechaban, absorben la mayumea dentro de sus cultos y divinidades para celebrar la llegada de las primeras flores el primer día del mes de Mayo. La diosa destinataria de estas celebraciones era Maya, Maia o Fauna, la diosa de la fertilidad. Con el advenimiento del cristianismo se reconvierten las celebraciones paganas para darles un sentido aceptable por la nueva Iglesia y es así como las celebraciones a la diosa Maia se convierten en celebraciones a la Virgen María.

Pero en el caso español, aún nos falta una influencia más, curiosamente, la árabe, ya que la costumbre musulmana de las rondas a la persona amada se funde con la celebración cristiana de Mayo a la Virgen, y es por este motivo por el que en la actualidad una vez cantados Los Mayos a la Virgen las rondallas recorren las calles bajo los balcones de las "mozas".

A modo de ejemplo os dejo con un vídeo del canto del Mayo a la Virgen de la Luz en Cuenca:



Fuente: Wikipedia y Youtube

lunes, 19 de abril de 2010

El incidente de la raja de sandía

Leyendo el blog de Iturriaga en El País, ya he hablado de él en alguna ocasión y es muy recomendable, cita como hecho ocurrido en un mes de Abril el incidente de la raja de sandía, además anima a buscar información sobre el mismo como muestra de la estupidez humana, así que siguiendo el consejo de "El Palomero", he estado revisando la wikipedia a fin de enterarme de que se trata, y hay que reconocer que efectivamente es todo un ejemplo de lo tontos que podemos llegar a ser las personas, y además supone uno de los primeros hitos del imperialismo yankee. Así que paso a resumir más o menos lo que fue aquello.

Nos situamos a mediados del siglo XIX en Panamá, por entonces la provincia colombiana de Nueva Granada. En 1846 los EE.UU habían firmado un tratado que les daba derecho de tránsito sobre el istmo de Panamá. A esto se añadió la Fiebre del Oro en California y la expansión norteamericana hacia el Oeste, con lo que las necesidades de comunicación se vieron notablemente aumentadas en muy poco tiempo. Para paliar tales necesidades se inició la construcción del ferrocarril transístmico en 1850. Las obras y el incremento del tráfico de mercancías supusieron, a su vez, un aumento de la presencia de estadounidenses en Panamá.

Los norteamericanos, merced a su tratado, contaban con trato preferente sobre los lugareños y el resto de extranjeros de la zona, lo que hizo que los roces entre ambas comunidades fueran constantes, sucesos que hubiesen sido las típicas peleas de borrachos, sino fuera por que muchos de esos norteamericanos viajaban fuertemente armados, y que solían tratar con desprecio a hispanos y europeos.

Con este caldo de cultivo llegamos al 15 de Abril de 1856, cuando el estadounidense Jack Olivier, en notable estado de embriaguez, se dirigió al panameño José Manuel Luna para comprarle una raja de sandia. Cuando el bueno de Jack hubo consumido su fruta se negó a pagar los 5 centavos que costaba el producto. Esto degeneró en una nueva disputa en la que Mr Olivier desenfundó y disparó contra un lugareño. La población local reaccionó a la agresión de Olivier y sus compañeros y contra los viajeros, norteamericanos, de un tren que acababa de llegar en ese momento. Los estadounidenses al verse en inferioridad numérica se atrincheraron en la estación.

La guardia granadina (panameña) acudió al tumulto y fue recibida con un fuerte tiroteo por parte norteamericana, los disparos alertaron a la guarnición estadounidense que se unió al pleito reprimiendo a los locales.

Los tumultos duraron 3 días y terminaron con un saldo de 16 muertos y 15 heridos norteamericanos y 13 heridos y 2 muertos panameños.

Tras los incidentes hubo un cruce de informes, evidentemente contradictorios entre si, de las autoridades americanas y de Nueva Granada. Como no podía ser de otra manera el gobierno de Washington, solo dio validez al que presentó su comisionado Amos B. Corwine, ignorando no solo el de Nueva Granada sino también los que presentaron los cónsules del Reino Unido, Francia y Ecuador, los cuales acusaban también a los norteamericanos de iniciadores de los tumultos.


En su informe Corwine decía, con cierto tono racista, que "... la población de color tomó como pretexto la disputa para asaltar a los estadounidenses, y saquear sus propiedades, ... que la policía y la turba habían planeado el asalto y que el gobierno de Nueva Granada era incapaz de mantener el orden..." concluyendo que era necesaria "...la ocupación inmediata del istmo de océano a océano por Estados Unidos..."


Las condiciones que ofrecieron los americanos a las autoridades locales fueron humillantes:


  1. Que las ciudades de Panamá y Colón debían ser ciudades libres y que se gobernaran por sí mismas bajo la soberanía de Nueva Granada, y conjuntamente controlaran una faja de veinte millas de ancho de océano a océano, con el ferrocarril como línea central. Es decir, que aunque sobre el papel seguían siendo de Nueva Granada en la práctica iban a ser gobernadas por los americanos.
  2. Nueva Granada debía transferir a los Estados Unidos varias islas en la bahía de Panamá para usarlas como bases navales.
  3. Nueva Granada debía transferir a los Estados Unidos sus derechos sobre el Ferrocarril transístmico.
  4. Nueva Granada debía pagar una indemnización de perjuicios por la pérdida de vidas y la destrucción de propiedades.
Como no le quedó mas opción, al final el gobierno granadino tragó con todo y se estableció una indemnización de 412.394 $ en oro.

A partir de este incidente, EE.UU se consideró legitimado para intervenir militarmente en Panamá siempre que lo estimase oportuno, algo que ocurrió varias veces a los largo de los siglos XIX y XX. 

El control del istmo, o el posterior canal, no fue 100% panameño hasta el 31 de Diciembre de 1999.







miércoles, 14 de abril de 2010

La isla de San Borondon

San Borondón o Saint Brendan de Clonfert (480 - 576 d.C) fué un monje irlandés del monasterio de Tralee, condado de Kerry, que partió en el 512 con la compañía de 14 monjes más, en busca de nuevas tierras que evangelizar. Su viaje a través del Atlántico está recogido en uno de los poemas irlandeses más conocidos. Y no es para menos, ya que se cruzó con demonios que vomitaban fuego, con columnas de cristal flotante y monstruosas criaturas tan grandes como islas. Muchos se basan en esta leyenda para afirmar que marinos irlandeses alcanzaron las costas de Norteamérica o Terranova, Islandia y demás islas del Atlántico Norte.

Bien, volvamos a la leyenda de Brendan, ya que en ella se afirma que Brendan y sus compañeros arribaron a una isla misteriosa, llena de árboles y distintos tipos de vegetación. Allí celebraron misa, y de pronto la isla comenzó a moverse. Se trataba de una gigantesca criatura marina, más adelante Dios mismo le comunicó a Brendan que esa criatura era Jasconius, el primer pez que pobló los océanos.

Y así nos transportamos en tiempo y lugar hasta el siglo XV durante la conquista de las Islas Canarias. En estos primeros años de presencia castellana comienzan los rumores de una octava isla que se divisaba al oeste de La Palma, El Hierro y la Gomera. Cuando alguien intentaba aproximarse a ella, la isla era envuelta en la bruma y desaparecía. La isla fue identificada como la mítica isla-ballena de San Brendan, conocido aquí como San Borondón.


El mismo Cristobal Colón anotaba el 9 de agosto de 1492 en el diario de abordo de su viaje a América que "... juraban muchos hombres honrados que cada año veían tierra al Oeste de las Canarias, que es al Poniente; y otros de La Gomera afirmaban otro tanto con juramento".

Pero no solo de avistamientos se ha alimentado la leyenda, son muchos también los relatos de navegantes que afirmaban haber desembarcado en la misma, así Leonardo Torriani afirma que un barco que partió de Lisboa con destino a La Palma en 1525, se vio obligado a atracar en una isla apremiado por una vía de agua, dicha isla se correspondía a las descripciones de San Borondón, el corsario John Hawkins afirmó que solo los piratas y los más experimentados hombres de mar podían arribar a sus costas. Martín de Cubas describe la llegada de marinos franceses a San Borondón durante una travesía entre Madeira y Gran Canaria, y así un amplio etcétera de testimonios de marinos que afirmaban haber estado en esta tierra, la cual describen con gran nivel de detalle, claro que también muchos afirmaban haber visto pisadas de los gigantes que la poblaban. Tanta variedad y frecuencia tenían estos relatos que en algún documento oficial sobre la soberanía de Canarias, los previsores funcionarios castellanos especificaban "las islas Canarias descubiertas y por descubrir".

Durante esta era de grandes descubrimientos geográficos los monarcas europeos, como los portugueses Alfonso V, Juan II y Manuel I o los españoles Reyes Católicos y Carlos I hicieron donación de esta isla a diversos personajes "a condición de que la encontraran", que uno no va regalando islas así como así.

Los testimonios de sus avistamientos la sitúan a poniente de La Palma, entre El Hierro y La Palma, otras frente al Puerto de Tazacote, incluso en 1958 se llegó a fotografiar por Manuel Rodríguez Quintero desde Los Llanos de Ariadne (La Palma):


Tal fama tuvo la historia en su momento, que la Bahía de Samborombón (Buenos Aires - Argentina) fue bautizada así por Magallanes en la creencia que había sido formada por el desprendimiento de la isla de San Borondón.

Durante años se la llegó a representar en muchos mapas:

  • Siglo XIII: Mapamundi de Jacques Vitry
  • 1367: Carta de Pinciano
  • 1424: Mapa anconitano de Weimar
  • 1457: Mapa de Fra Muro
  • 1707: Mapa del noroeste de África de Guillermo Delisle (imagen siguiente)
  • 1755: Carta geográfica de Gautier
  • ...

 Como no, también hubo unas cuantas expediciones navales en su busca:

  • Siglo XV: Fernando de Viseu, sobrino de Enrique el Navegante de Portugal
  • 1570: Hernán Pérez de Grado, regente de la Real Audiencia de Canarias, afirmó haber arribado en sus costas y haber perdido allí a parte de sus tripulantes
  • 1570: Fernando de Villalobos, regidor de La Palma
  • 1570: Alonso de Espinosa, gobernador de El Hierro
  • 1721: Juan Mur y Aguirre, Capitán General de Canarias.
  • ...
En fin, una leyenda fascinante que aún hoy en día sigue vigente, ya que aún hoy en día hay testigos que afirman que la siguen viendo, es más, creo que esta leyenda ha influido en parte a los guionistas de la famosa serie de televisión Lost (Perdidos).

Existen multitud de teorías que explicarían el fenómeno, unas dicen que es el reflejo del Teide sobre la bruma o el agua del mar, otras que es un espejismo producido por la niebla o que se trataría de la misma isla de La Palma.

Fuentes: www.microlapalma.com, www.emezeta.com, www.rinconesdelatlántico.com, www.mundoparanormal.com y la Wikipedia.

jueves, 8 de abril de 2010

La Esquina Exacta

De regreso a casa en tren me encontré la revista que edita el Ayuntamiento de la localidad madrileña de Pinto, la típica revista publicada a mayor gloría del equipo de gobierno de turno, la misma que dice el que está en la oposición que va a suprimir pero que cuando llega el caso la refunda para adaptarla a su forma y medida. 

En fin, que empecé a hojearla con poco entusiasmo, eso si con la esperanza de encontrar algo interesante, tipo teatro, exposiciones, etc... algo de esto había, pero como era de suponer casi todo era propaganda, hasta que llegué a la última página que la dedican a la historia local, el artículo versaba sobre una leyenda local, en concreto la del arca escondida bajo la Esquina Exacta.

Se cuenta que en los tiempos en los que casi todo el solar hispano se llamaba Al Andalus, los gobernantes musulmanes llevaron acabo una serie de medidas de la península hallando el punto exacto que marcaría su centro geográfico, este punto estaba ubicado sobre la localidad de Pinto, más exactamente en el lugar conocido como la Esquina Exacta, actualmente confluencia de las calles Mª del Rosario y del Hospital, en dicho punto los andalusíes pusieron una piedra redonda marcada con un aspa bajo la cual habrían enterrado un arca con los instrumentos utilizados para la realización de la medida, algo parecido a lo que sería hoy en día una primera piedra de cualquier obra importante.

La piedra en cuestión estuvo en su lugar hasta los años 70 del siglo XX. Para dar más verosimilitud a la leyenda, en los planos más antiguos de Pinto aparece la calle del Arca, que iba desde la torre de Éboli hasta nuestra esquina protagonista de la entrada, incluso en la obra de Antonio Moya "Rasgo heroyco: declaración de las empresas, armas y blasones con que se ilustran y conocen los principales Reynos, Provincias, Ciudades y Villas de España" de 1756, se indica que el escudo de la villa esta "formado por campo ajedrezado en oro y gules (amarillo y rojo) y un globo terrestre con un punto en el centro...", y ello se explica por ser la localidad el Centro de España y su nombre, "Pinto", una derivación de "Punto".


La pérdida del nombre de la calle del Arca en 1935 y la, ya citada, retirada de la piedra, estuvieron a punto de sepultar la leyenda en el olvido, pero la erección de un monolito en 1986 en el lugar de la Exacta, la volvió a recuperar.

Actualmente el monolito está en su lugar y la leyenda recuperada, pero del famoso arca, no hay nada de nada, si existió de veras supongo que hace ya mucho tiempo que su contenido fue profanado.


Foto 1: Imagen en la que se aprecia la piedra original en la esquina
Foto 2: Monolito actual.
Fuente de información y fotos: Revista Pinto, Información y Ocio nº 153 de Abril de 2010, y la web www.soriaymas.com